lunes, 8 de julio de 2013

Lluyin y su mágica aventura. cap.3



                    Lluyin y su mágica aventura cap.3

XI

      Sudor, lágrimas y, por supuesto, MUCHAS GROSERIAS.
    Cara a cara, estaban sentados uno en frente del otro, el misterio que arroparía como papel sanitario a dos nalgas estaría a punto de revelarse, ¿Sería hoy el momento de la verdad, del gran y enorme estallido de aventuras?, pues hoy se sabrá.
  

      Feófulis, mirando de forma macarrienta a Lluyin, comenzó la conversación de forma calmada pero con estilo de un digno rocknrolla:
  

      Feófulis: bueno, aquí estás, fuerte y poderoso, listo para emprender tu gran viaje, ahora, te haré los honores que debe pasar un guerrero-viajero-delas-épicas-leyendas, los honores que glorifican y bañan en oro el pene de la justicia, ahora chico, lo que te he enseñado, te lo pondré a prueba, ¿estás listo?
        

        Lluyin: por supuesto cagolitrosis!
        

       Feófulis: (pone cara de viejo mal masturbado) Lluyin (se levanta y con un pene de oro que lo saca de quién sabe donde lo nombra caballero al estilo medieval) yo te declaro guerrero viajero mata-mierdujas-asesinas de las épicas leyendas, ¡larga vida al campeador!
  

      Lluyin: cooooooño, que soy, que soy ahora, que vergas hago ahora (cara de perro puddle san pelo desesperado por tener sexo desenfrenado con una rata)
     


      Feófulis aparta el pene, lo levanta de la silla y se van a la parte más trasera de su patio, recita unas palabras mágicas incomprensibles y de pronto, un terremoto empieza a mover todo lo visible, y en ese momento, el agua que estaba en un vaso en el patio, se mueve fluidamente como semen de gallo y sale del vaso, convirtiéndose en un enorme espejo plano, erguido y perpendicular al suelo, en ese instante, el temblor se había apaciguado y lo que se observaba era un enorme y delgado espejo, los ojos de Lluyin lo miraban asombrados, como ver un acto nudista gratis, mientras Feófulis, calmado y respirando como un macho-camacho, observando el asombro vasto de Lluyin, en esto, el chico preguntó.
    


    Lluyin: queeeee coooooooooño eeeeeeees eeeeeeessssstttooooooo (mirando con asombro etéreo la vastedad del espejo)
    

       Feófulis: ésto, es el espejo a imaginalia, al pasar por ésta cosa, todo cambiará
    

       Aunque Lluyin no captó bien la idea ya que lo que miraba era un vidrio común y corriente, que se podía ver a través, todo, tooooooooodo, estaba como antes, no se veía nada distinto, incluso miró desde el otro lado, y veía a Feófulis exactamente igual, pero por supuesto, sin haberlo atravesado claro.
    

        Feófulis: bueno Lluyin, ve (señala con la mano abierta)
    

      Lluyin, cagado encima decide gritar como si estuviera jugando la ruleta rusa al presionar el gatillo.
        

        Lluyin: cooooooooooooooñoooooooooooooooooo!
    

       Lluyin cruza el puente con los ojos cerrados como culo de puta  millonaria y al estar pasando, siente que se le revuelve el estómago mientras la realidad misma se distorsiona a su alrededor, colores, arcoiris, círculos de oscuridad y millones de formas moviéndose a su alrededor, pues, ya estaba en otro lugar cuando todo se calmó.
    

     XII
    
       Feófulis miraba a Lluyin desde el otro lado y perfectamente se le oía su voz de viejo andrajoso diciéndole a Lluyin:
    

      Feófulis: mira enano, (Lluyin volteó y se quedó mirando al viejo con cara de retrasado distraído) estás en un lugar llamado Imaginalia
    

        Lluyin: ¿Qué coño?
    

     Feófulis: ahh, Imaginalia, el lugar en que estás ubicado ahora mismo, ahora, tienes que valerte por ti mismo chico
     

      Feófulis recitó de nuevo las palabras mágicas otra vez y el espejo se volvió un simple charco de agua sobre la grama, y si, grama.
    


       Imaginalia, un nombre que resonaría en las fauces mentales de Lluyin, ahora parecía de gravedad porque al voltear la cabeza, ooohhhh, ahora si era algo de lo que debiera preocuparse, ya que Lluyin solo quedó en shock por un buen rato, y claro que cualquiera lo haría con un lugar como Imaginalia porque su nombre si se hacía pesar, ya que era todo un enorme lugar sacado del ensueño, grama dispersa y amplia, colinas suaves y otras empinadas, extensos bosques con cualquier cantidad de criaturas salidas de mil y un sueños, y montañas arropadas por la nieve del mismo mundo vikingo, además de que en la lejanía se veía una especie de ciudad antigua pero legendaria, hecha al parecer por seres de otros mundos, y resortes con ojos que se divertían rebotando sobre las colinas y los parajes de grama que se extendían, propiamente como lo haría un sueño, y el cielo, oh el cielo, pues en el momento en que Lluyin había llegado a este extraño mundo se encontraba en el punto más álgido el atardecer, pero no cualquiera, sino uno de este mismo lugar, nubes anaranjadas, rojas, violetas, verdes, amarillas, blancas, azules, de muchos colores perfectamente encajados, perfectamente posicionados, perfectamente en un equilibrio único, del ensueño perfecto y lúdico, era el momento perfecto nada más, para mirar,para mirar, observarlo todo, el éxtasis llenó realmente el cuerpo de Lluyin.
  


        Pero, el extasiarse iba mucho más allá, porque aún más lo animo estar en un lugar como ese, porque tenía una aventura y ver, descubrir, buscar, investigar, así que lo primero que hizo fue el rodar con el cuerpo extendido por toda aquella hierba, mientras el aire le soplaba y toda su energía se iban colmando y satisfaciendo.
  


       Al llegar abajo, Lluyin se quedó acostado en la grama y se dijo a si mismo:
  


       Lluyin: veeerga, pero que lugar tan arrecho es este, no quiero irme nunca, pero nunca, no joda
  

       En eso, en un matorral cercano, algo hacía que se moviera el mismo y como por arte de caga-magia, un conejo con un sombrero que le quedaba a la medida, salió del matorral, era de color marrón claro en algunas partes y en las otras era blanco, pero había algo peculiar en este animal, ya que, bueno, míralo tú mism@:
    

       Conejo: (con una vos chillona y ladilla, propia de una carajita malcriada con toques de hombre) hola, soy el conejo que caga
    

        Lluyin: (con cara de WTF?, le dice al conejo) ¿Qué coño?
    

         Conejo: si huevón, soy el conejo que caga, yo cago
    

         Lluyin: ajá pero es problema mío?
    

         En eso el conejo saca algo de su sombrero, es una carta.
    

        Conejo: a una cosa, se me ha enviado a informarte de algo, alguien te envió este mensaje (le da la carta), ¡Larga vida a Pedofirrulia la reina de toda Imaginalia!
    

     En eso el conejo se larga para quién sabe donde, en esto, Lluyin confundido y ladeando la cabeza abre la carta, la cual tiene un sello dorado que usaría la caprichosa y maricona realeza, además que huele a chocolate, este sello Lluyin se lo guarda en un bolsillo y lee la carta:
    

  (voz de puta con retraso mental hidrosefálico)
    
  (como está escrita originalmente la carta)
    
     Hola nuevo ciudadano de Imaginalia, te doy la bienvenida a mi reino, espero que te sientas bien con todas sus maravillas naturales, además si vienes al palacio podrás disfrutar de nuestra fuente de chocolate y un banquete real de mil y un mundos de comidas diferentes, ojalá te sientas con placer y libertad en mi reino.
      Con amor
              La reina Pedofirrulia
  

       Al momento, Lluyin se cagó encima de una risa casi tan imparable como cuando oyó el nombre del viejo, simplemente eran incontrolables las carcajadas épicas que soltaba Lluyin.
    
       (versión de la carta esta vez leída por Lluyin)
    

     Hola ciudadano blablabla bbñañlñaññllalalalal blalalalabababañoañañlalalal blualblablua blaua laalalablabñabablabalbala fuente de chocolate blablabla  blalablablablablabla banquete real de mil y un blablblablablablablbal
    Blablabla amor
                  Blabla blabla nombre ridículo blabla
  

    XIII
  
       Se hacía de noche poco a poco, y por ahora Lluyin no tenia a donde ir, pero claro, por ahora:
  

      Lluyin: verga, ¿Quién coño es esa reina del esnable, no joda pero que nombre más feo, más feo que patada en una bola
  

    Caminando por un sendero que encontró cerca del bosque, decidió continuar por allí hasta que al menos hubiera algún lugar cerca para quedarse, como una posada.
    

      El sol ya estaba en su punto más álgido para ocultarse, ya tocaba las montañas, y al mismo tiempo ya era hora de que Lluyin encontrara un sitio para dormir.
    

       Lluyin: Un momento, ¿que coño es esa vaina?, verga parece una casa de ¿duendes?, veeerga, este mundo tiene de toda vaina (se asoma a ver)
      

       Lo que había visto Lluyin era una clase de casa que estaba hecha del árbol del cual se levantaba, desde afuera se le notaban las ventanas amarillas por su iluminación, además de que olía a un pie de frutas recién horneado, junto con carne, pollo, ensalada arturo, todo oliendo al mismo tiempo de un banquete digno de duendes y enanos.
    


      Aunque claro, esto  poco le paro bola Lluyin y se comió el sello de chocolate dudoso de la carta de Pedofirrulia, y lo que despertó en Lluyin fue la cagasón, diarrea, más épica y legendaria de todos los tiempos, un remolino de mierda voraz que se agitaba con una corriente única y todopoderosa, que arrastraría a cualquier ser hasta las fauces del averno más oscuro y peligroso de todos, y que nunca, nunca tendrían un final feliz.
    

     Lluyin: (se come el sello dudoso de chocolate) que es esta vaina, mmmmmhmmhhhhhhh, sabe como a, hahhaaaaaaaaaaaaaa, mi estómago, coooooño, mi puto estómago, verga mi barriga, me duele
    

        En esto, Lluyin entra deliberadamente en el hogar de los duendes y al verlos a todos congelados por el momento, si antes se había escuchado música y murmullos desde afuera acompañado de un fuerte olor a comida bien preparada, pues ahora ya no, Lluyin al entrar de brazos abiertos por la "casita de mierda", todo se detuvo al ver al extraño en frente de ellos.
    

         Lluyin: aaaaaaaaahhhhhhhh, haaaaaaaaaaaa, veeeerga
  

(todos los duendes lo miran confundidos no saben que hacer)
    

      Lluyin: aaaaaaahhhhhhhhh, cooooño, como carajo no saben, veeerga, no entienden mierda cagada por el culantro, coooño
    

       Al momento, todos los duendes señalaron con el brazo hacia una parte de la casa que era el baño, en eso Lluyin pita la carrera de su vida, ya que esa "casita de mierda" era realmente mucho más grande de lo que se veía.
    

        Al terminar las tareas y necesidades cagolitrosas ,Lluyin  de forma penosa le da las gracias a los duendes, penosa porque el los trata como si no supieran hablar, después de su penosa charla, Lluyin al ver que lo entienden con facilidad habla de forma natural.
    
  
        Duende: mi nombre es Terricio, nosotros somos duendes del bosque de krinlagia, una parte de Imaginalia, espero que disfrutes del banquete, si tienes hambre, bueno, puedes comer lo que desees, también hay cerveza y sangría
    
  

   Lluyin: bueno, emmmm, ¿gracias?, de todos modos creo que irrrrrrmmmmmmm ( se queda viendo y babeando el pollo a las brasas)l pensándolo mejor, yo me quedo
    

        Terricio: perfecto, ahora disfruto un poco de lo que hay, humano cagón
    

      Lluyin y Terricio platicaron por un muy buen rato, hablando de lo que habían visto, aunque a a Lluyin, le parecía cara de pedófilo el duende, al igual que Feófulis.

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